¿Crisis?
Vivir en un mundo adonde tenemos
una profusa cascada de información y respuestas vía buscadores cibernéticos
(Internet) tiene grandes ventajas. Sin embargo por el otro lado puede ser el arma
de doble filo pues corremos el riesgo de
que la veracidad de nuestra palabra sea cuestionada.
Para nosotros como maestros, darnos cuenta que ya no formamos parte de esa jerarquía tradicional
de la autoridad es demasiado quebradizo. La inseguridad y la aparente
fragilidad son aguas turbulentas que anuncian el reto al cambio: ¡la crisis!
La pregunta es ¿acaso tengo algo
valioso que brindar como maestro?
Reiki: Mi Experiencia
Han transcurrido 18 años en que
libremente decidí despedirme de las aulas formativas de educación media y
superior después de 15 años de experiencia. Los últimos 18 años de mi vida me
he enfocado en parte en "la enseñanza" de caminos de sanación,
interioridad, procesos auto-reflexivos y espiritualidad como por ejemplo el
Reiki, desde el espacio y proyecto de Arcoíris que Florece.
Reiki también ha sido trastocado por las
bondades y los retos de un mundo de información cibernética que asemeja la
inmensidad aparentemente infinita de los granos de arena del desierto. Con
facilidad caemos presos de los espejismos, en mundos que lejos de vibrar con la
alegría de la vida nos remontan a experiencias de oscurantismo y miedo.
El Maestro que Acompaña.
Veamos brevemente los orígenes
etimológicos desde el latín para la palabra "maestro". Los dos términos, "magistri" como
"magister" se refieren a una persona que ha adquirido un mayor
conocimiento y por lo tanto lo transmite a sus alumnos.
Claro está que el maestro Reiki
no necesariamente es el que tiene la única y la última verdad. Ni siquiera es
perfecto, pero si tiene una experiencia de algunos pasos por delante de sus
alumnos y sobre todo el compromiso siempre y cuando la/el alumna(o) se permita
ser acompañada(o)
La palabra, "acompañar"
y "compañía" viene de "compañero" (companio- latín popular)
haciendo referencia a "el que come su pan con". Quien acompaña
comparte con cierta frecuencia el pan y compartir el pan es compartir la vida.
El gran valor del maestro de
Reiki en nuestra época, más que nunca no es por "los conocimientos
técnicos y aparentemente lineales que pudiera brindar a través de un curso, sino
más bien por la paciencia, y libre elección cuando se le permite de estar en un fin común de aprender y sobre
todo ¡Ser Feliz!
Así un día... el maestro se atreverá a mirar desde el silencio de su Ser, habrá seguramente una hermosa, única y resplandeciente lagrima de nostalgia que partirá el resquicio de su ego en mil pedazos al sonreír, escuchándose a sí mismo decir..."ahora que has comprendido que la vida son colores que se eligen, se libre... ¡Gracias!
Con profundo amor, respeto y agradecimiento a todas las personas, practicantes de Reiki y Maestros de Reiki que me han permitido acompañarlos l@s saludo, desde Arcoíris que Florece.
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