Después de varios días de sentarme a tu lado;
compartiendo el escritorio; te pregunte,
compartiendo el escritorio; te pregunte,
"-Cuál es el secreto de tu belleza?- "
Solamente hubo un silencio profundo, y me quedé inmóvil mirándote... en algún momento, las olas de mi pensamiento se habían aquietado al encontrarme en tu mar blanco aterciopelado...
"-¡Pero tú me has seducido!- " Interrumpí despertando en un instante las olas del pensar.
Silencio.
" -¿Seducción? Tu espíritu de vida y el mío se abrazaron en lo infinito de un instante.-"
Silencio.
" -Tú eres bella y yo...- "
" -¿Tu, qué?- "
Silencio.
" -¿Que más necesitas para mirarte y ser quien realmente eres?" susurró mi amiga acompañante como una gota cristalina que penetra el corazón de una piedra densa y obscura.
Silencio.
Te mire, nos abrazamos en lo infinito de un instante, tu tallo se estremeció al unísono de una sutil corriente de placer en mi interior.
Las olas del pensamiento racional rompieron nuevamente,
" -Seguramente fue una ráfaga de viento...- "
Silencio.
Sabía que nuestro intercambio sutil había concluido y que tú estabas en lo tuyo, ser la orquídea que eres.
Permanecí, mientras que las olas disonantes de mi pensamiento me arrastraban...
Silencio.
" -Sé quién eres.- "
No supe si tú habías susurrado nuevamente, o si me había atrevído a escucharme verdaderamente por primera vez.
Lo que si sabía era que yo deseaba atreverme a ser quien realmente soy.
Ramón Cervantes Martínez
Navegante de la Vida
Ramón Cervantes Martínez
Navegante de la Vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario