Hoy me he reconocido en la aparente simpleza de un cuento de niños, que ha removido sentimientos profundos en mí.
Comparto contigo mi sentir:
En algunos momentos de mi vida me he detenido en mi soledad a esperar; en ocasiones sin la certeza de mi espera; a veces me he cuestionado si quizás no sería más fácil simplemente "ser como l@s demás" o simplemente aceptar lo que dicen que “debo ser y hacer. “
Por algunos cortos ratos decido que hoy cumpliré la profecía y seré lo que dicen “debo ser y hacer."
Sin embargo, ¡yo no soy así!, y cuando menos me lo espero, nuevamente observo que hago y soy lo que decido ser.
Es momento de moverme y seguir hacía el camino de mi vida. Es momento nuevamente de atreverme a ser quien realmente soy.
A veces me cuesta trabajo tener que decir “lo siento, gracias” y seguir adelante con gratitud sabiendo que quizás, si bien no pude llenar las expectativas de l@s demás, si soy capaz de reconocer con amor lo mucho que me han nutrido a descubrirme.
Cuando finalmente me atrevo, con tropiezos y retos, puedo observar que soy competente y la vida nuevamente cambia.
Hoy puedo moverme y decidir, hoy puedo conscientemente contribuir a mi cambio, hoy se que al detenerme mi soledad fue un paréntesis para reconocer el resquicio de mi propio ser, a darme cuenta de lo que debo transformar. Hoy puedo reconocer: Este camino de retos es el camino hacia mi propia plenitud.
Comparto el cuento contigo:
En algunos momentos de mi vida me he detenido en mi soledad a esperar; en ocasiones sin la certeza de mi espera; a veces me he cuestionado si quizás no sería más fácil simplemente "ser como l@s demás" o simplemente aceptar lo que dicen que “debo ser y hacer. “
Por algunos cortos ratos decido que hoy cumpliré la profecía y seré lo que dicen “debo ser y hacer."
Sin embargo, ¡yo no soy así!, y cuando menos me lo espero, nuevamente observo que hago y soy lo que decido ser.
Es momento de moverme y seguir hacía el camino de mi vida. Es momento nuevamente de atreverme a ser quien realmente soy.
A veces me cuesta trabajo tener que decir “lo siento, gracias” y seguir adelante con gratitud sabiendo que quizás, si bien no pude llenar las expectativas de l@s demás, si soy capaz de reconocer con amor lo mucho que me han nutrido a descubrirme.
Cuando finalmente me atrevo, con tropiezos y retos, puedo observar que soy competente y la vida nuevamente cambia.
Hoy puedo moverme y decidir, hoy puedo conscientemente contribuir a mi cambio, hoy se que al detenerme mi soledad fue un paréntesis para reconocer el resquicio de mi propio ser, a darme cuenta de lo que debo transformar. Hoy puedo reconocer: Este camino de retos es el camino hacia mi propia plenitud.
Comparto el cuento contigo:
¿Cuáles son tus momentos en que te has detenido en tu soledad?
¿Qué esperas para poder romper la burbuja de tu quietud?
¿Que necesitas para poder emprender las acciones de un camino que solamente tú puedes elegir?
Tu plenitud esta en no quedarte en el sufrimiento de la
s lecciones, sino más bien atreverte a agradecer y nutrirte del amor tuyo y de los demás para tu propia transformación.Hoy me atrevo a no ser la pieza faltante, a moverme, a transformarme y ser mi propio yo.
¿Y tú que decides para ti?
NOTA: El video del cuento, "The Missing Piece Meets O" es un cuento para niños escrito por Shel Silverstein
